27 oct 2010

Mi maldito infierno


Creado por Dios, moldeado por la humanidad, modificado por muchos y ahora habitado y decorado por mí.

¿Mundo paralelo o realidad caótica? ¡No sé! Llegué aquí por una tentación, caí como mosca en una tela de araña que se me hace difícil desatar. Fuerzas extrañas me mantienen prisionero en este lugar o es mi mente inmadura que no sabe qué hacer… ¡doy pasos en falso, pierdo horas de mi vida y finjo que estoy bien, que es peor!

Anduve caminos oscuros pero no tan deprimentes como lo es este largo y tenebroso laberinto.

¿Sacrificio o estupidez? Si es sacrificio valdrá la pena… pero si resulta una estupidez, terminaré en un manicomio o dándome un tiro en la cabeza! No quiero terminar del segundo modo porque al final sólo sabré una cosa. Que desperdicie parte de mi vida… No culpo a nadie y menos a Dios porque no es su culpa que escape de sus manos.

¡Maldito infierno el que creé!

¡Bendito el nirvana en el que a veces caigo! El que me aleja de la realidad, el que destruye el laberinto y crea el más placentero de los desiertos… solo pero placentero.

¿Dónde están esos días, muchas veces aburridos, que se robaban mi tiempo?

¿Dónde están esas tristezas gratis que la vida me daba?

¿Dónde está la vida de la que una vez me quejé?

Nunca pedí esto, nunca lo vi ni en mis peores pesadillas… Recurro a mi Dios, a mi Arcángel que es quien intercede por Él. Miro al distante cielo para ver si ellos miran hacia abajo y me ayudan a salir de aquí…

¡Cada vez más los necesito!

Los demonios de este mundo jamás logran saciar su sed… y cada vez que ellos se vuelven más terribles yo me hago más vulnerable.

Paz a mi vida quisiera de inmediato… porque no deseo que tan pronto paz a mis restos otros deseen.

¡Así se vive mi maldito infierno!

AngeL

11 oct 2010

Soledad, estoy solo


Estar solo puede llegar a volverte loco… pero, ¿por qué?

Por qué nos empeñamos en estar en compañía si nadie es indispensable para nadie…

¿Por qué siento que pago un alto precio en tu ausencia?

Lo único que ahora sé es que estoy solo, aunque Ella y yo añoremos estar tan juntos como lo está la arena del mar. Mis demonios atacan aprovechando mi vulnerabilidad a sus gritos, mi debilidad a sus voces (que es lo único que puedo oír) en este ensordecedor silencio.

¡El peor de los castigos!

Como cuando llega la noche y el sol se esconde en el horizonte, así te desvaneces con tu partida. La luz que me guía en el camino me deja desorientado entre tanta oscuridad.

Sin intención.

Sin culpa.

Sin ganas…

Es irónico decir que quien me abriga, protegiéndome del frío, no esté cuando la tormenta despierta. Es como pedir que el Sol se quede cuando llega la hora de que la Señora Luna abra sus ojos.

Estar solo y sufrir de soledad son cosas muy distintas… y yo estoy parado en ese punto donde no se puede distinguir una de otra. Así de inexplicables se tornan estos momentos… ¿O soy yo que, inconscientemente, espero el tren que me lleve al país de las maravillas?

La vida me ha enseñado: “La felicidad no es plena si quien te hace feliz no está siempre junto a ti… o por lo menos cuando la necesitas”.

AngeL

Tiempo: dueño de mis días.


Reloj en espera que se añeja aguardando por la hora en que tus manos se adueñen de mi cuerpo y alma. Matándome de ganas por estar junto a ti. Burlándose de mis deseos de estar donde tú estás, anhelando la misma felicidad que tú esperas.

Se alimenta el llanto de mi alma rogando por tu presencia en mis cercanías.

Tiempo que desespera. Que pareciera no avanzar. Ese mismo tiempo que, cuando a tu lado estoy, se apresura convirtiendo las horas en pobres minutos.

Una vez más empiezo a sentir que muero en tu ausencia. Con la luz del renacer fuera de mi alcance veo como caen los edificios a mis pies, siento como las nubes se deshacen en gotas de lluvia y la luz que antes me iluminaba ahora me ciega. Una vez más la soledad, disfrazada de muerte, me abriga.

La gente pareciera leer mi alma. Se burlan sin parar. Otra vez el tiempo hace de las suyas alejándome de ti. Me toma de la mano guiándome como las agujas de un reloj antaño y oxidado.

Me opongo al tiempo sin poder resistirme a caminar al compás de sus pasos. Me resigno ante el hecho de no poder estar junto a ti.

Horas como melodías de muerte.

Minutos como disparos a quema ropa.

Segundos como agujas en el corazón…

Y yo que pensaba que el tiempo era sólo una ilusión.

AngeL

10 oct 2010

Su gran logro (más de “Lo que Ellos no vieron”)


¿Debo agradecerles o maldecirles por su “gran logro”?

Esto me pregunto a diario cuando mi memoria se pasea por los parques donde caminé junto a Ella. Donde aún me veo sentado a su lado riendo con sus locuras, y ella con su rostro iluminado por, la muy pagada, felicidad.

¿Se habrán dado cuenta de lo que hicieron?

He aquí la respuesta: Destruyeron dos vidas.

Heme aquí: ¡Jodido!

¿Ella? No sé. Salvada o destruida. No sé.

Lograron su cometido, me arrancaron de lo que ellos creían era mi destrucción. “No porque no conozcas algo lo vas a destruir”. Ciegos e ignorantes es lo que son. Hipocresía inundada de chismorreos es el aire contaminado que se respira a su alrededor. Y una larga lista de asquerosas palabras que me dan nauseas mencionar por el simple hecho de que amo a los que montaron en mis espaldas la cruz de mi desdicha.

Sus máscaras de bondad se caerán antes de que llegue Halloween y no podrán salir a la calle sin ser mirados como son en realidad. Es, entonces, cuando tendrán el mejor (más horrendo) disfraz y no se darán cuenta.

Si algún día se dan cuenta de la realidad sabrán que fui feliz con quien ellos pensaban que me hacía mal…

Y a Ella, no culpo, pero fue débil al dejarse encadenar por las ideas arrastradas y absurdas de una sociedad que no ha conocido la felicidad que trae consigo un verdadero amor. Ella fue la culpable de hacerme sufrir unas de mis más grandes felicidades. Yo fui el responsable de sanar sus heridas sin que Ella me lo pidiera.

Si Ellos supieran la realidad… si abrieran los ojos. O por lo menos no juzgaran lo desconocido. Ese trabajo le pertenece a otro.

No les deseo el mal a Ellos… me deseo, a mí mismo, fuerzas para llevar la cruz hasta la cima de la montaña, clavarla en la tierra y con tres clavos dejar un cartel diciendo: “Hoy no es el día en que moriré”.

Creo en mí. Creo en lo que hago. Creo en los que creen en la verdad y la pasión y son parte del espectáculo. Los demás que disfruten del show.

AngeL

Escribir: ¿el pasatiempo de mi “don”?


Escribir podría ser un “pasatiempo”, pero cuando lo haces inspirado por una chispa que pretendes convertirla en una llamarada, estás frente a un don. Yo lo descubrí cuando conocí el desamor. Rosas de ilusiones robadas por otros tocaron mi corazón.

Ahí fue cuando el anciano sobreviviente de otras épocas se dejó ver a través de mi pluma. Deprimido y sonriente, tal cual un loco bohemio en busca de un gran amor. Y luchando contra la voluntad de mi cuerpo. Busca ese amor en viejos cofres con cerraduras de oro. Amores prohibidos en una sociedad ignorante. Amores confundidos buscando un por qué (sin darse cuenta que la respuesta está en que la edad de amar les ha llegado). Y, yo con el corazón de escudo, sufriendo las consecuencias de guerras pasionales. Señalado como pecador por dedos que no se conocen ni a sí mismos.


Así es mi vida: irónica e inexplicable.


Y así vivo: aprendiendo de este viejo que comparte mi vida. Sin yo poder desenvolverme en este presente que son mis días. Presente que me pertenece y no poseo. Presente que me robaron desde el momento en el que nací.


Y así escribo, viviendo replicas de una vida ya vivida, donde la soledad, la depresión y el desamor son las principales protagonistas de mis más grandes obras… obras construidas con inspiraciones que llegan a mí como una balacera de una guerra en la que no pedí estar… inspiración arrancada de mi piel… piel en la que escribo mis pesares… pesares que alimentan mis versos… versos que se abren paso a través de párrafos con decadencia emocional.


Emociones prestadas de un alma que no quiere morir. Alma que me brinda el don de escribir.


AngeL

8 oct 2010

Te volví a extrañar.


En esta mañana, te volví a extrañar

Me descuidé y dejando la puerta abierta

Sigilosamente entró la melancolía

No sé si eres tú que me empujas a este abismo

Con los recuerdos archivados en tu memoria

O es sólo un ataque delirante de mi alma…


Con tanta oscuridad presente

Ni siquiera mis propias manos puedo ver

Cierro mis ojos y sólo detallo tu figura

Al final del túnel eres la única luz

Miro más allá y me cuesta apreciar una esperanza…


Oigo el eco de tu voz

Explotando un “te amo”

Sumado a un leve suspiro

Que resuena en mi cabeza

En mis entrañas

En mis sentidos

En toda esencia escondida en mí…


¿Cómo puede ser tan poderoso e incontrolable este sentimiento?

¿Por qué siento que nada tiene el mismo sentido?

Como una supernova que deja desorbitados

Todos los elementos que la mantenían viva…


¿Y el resto? Parece no darse cuenta…

¡O el papel de payaso me lo dieron!

Teniendo en cuenta que no soy buen actor

Corey canta en mis oídos:


- “You got it try the inhale that makes the exhale so much better”

AngeL